España, que se proclamó campeona europea de fútbol el domingo al derrotar en la final de Viena a Alemania por 1-0, casi medio siglo (44 años) después de haber logrado su primer título continental, en 1964, buscará ahora terminar su historia negra en el Mundial.
"Con esta victoria hemos abierto el camino, este grupo y nuestros jugadores pueden ganar un Mundial", afirmó el seleccionador español, Luis Aragonés, tras la victoria en Viena.
Con el triunfo en la Eurocopa, España sepultó varios fantasmas, ya que superó los cuartos de final, una barrera que se le atragantaba en todos los torneos, que sólo había podido superar en dos ocasiones antes, cuando fue campeón continental en 1964 y subcampeón en 1984.
Además ganó a Italia (por penaltis en cuartos de final), un equipo al que no derrotaba en un partido oficial desde 1920 y se impuso también a Alemania, a la que sólo había derrotado antes en otra ocasión en una competición, habiendo perdido en cuatro ocasiones y empatado en dos.
"Esto ha sido sólo el principio. Lo mejor está por venir. Hay que ir a por el Mundial ahora", dijo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, después del partido.
Andrés Iniesta afirmó que espera que esta victoria sirva para iniciar una nueva etapa de triunfos. "Este triunfo puede marque un antes y un después en la historia de la selección española", dijo el jugador del FC Barcelona. Fernando Torres, el goleador español en la final contra Alemania, también miró al Mundial tras ganar el título continental. "Es el día más importante para el fútbol español en muchos años. Tenemos que aprovecharlo y mirar al Mundial", dijo el jugador del Liverpool.
Y es que el Mundial es lo otra gran espina clavada del fútbol español, con un modesto cuarto puesto como mejor resultado, logrado en el Mundial de 1950 en Brasil. España siempre ha decepcionado en los Mundiales, desde que en 1934, en su primera participación fue eliminado en cuartos de final por Italia, que sería el vencedor, en un duelo marcado por la dureza de los rivales y la permisividad del árbitro.
Después, España no ha conseguido nada importante, a pesar de que ha estado presente en todos los Mundiales desde 1982, donde jugó como local y cayó en la segunda fase de grupos sin poder acceder a semifinales.
En 1986 tuvo una gran oportunidad pero fue eliminada por Bélgica en cuartos de final, mientras que en 1990 la eliminó Yugoslavia en octavos, en 1994 Italia en cuartos y en 1998 cayó en la primera fase, eliminado por Nigeria y Paraguay. En 2002 tuvo otra buena oportunidad, pero cayó en cuartos de final contra Corea del Sur en los penaltis, con una polémica actuación del árbitro egipcio Ghandour, que anuló dos tantos a los ibéricos. Por último, el grupo que ganó la Eurocopa el domingo en Viena, cayó en octavos de final en 2006 en Alemania, después de haber ganado los tres partidos en la primera fase, al ser derrotado por Francia (3-1).
"Cuando España empiece a imponerse y a ganar confianza en sí mismo, habrá que tenerle muy en cuenta en el futuro", dijo el ex jugador francés Zinedine Zidane durante la Eurocopa.
España tiene ahora la asignatura pendiente del Mundial, y debe comenzar este año su trabajo para resarcirse con el inicio de las eliminatorias hacia el torneo de Sudáfrica de 2010.
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