España goleó a Rusia el martes en la Eurocopa (4-1), pero lejos de caer en la euforia, técnico y jugadores quieren escapar del triunfalismo en que la afición y la prensa de su país cayeron en ocasiones anteriores, con la experiencia reciente del Mundial-2006 en la mente.
La selección española, con el técnico Luis Aragonés al frente, ganó con seguridad los tres partidos de la primera fase del Mundial-2006, contra Ucrania, Túnez y Arabia Saudí, antes de caer eliminada en octavos de final contra Francia (3-1).
En el primer partido de aquel Mundial, España aplastó también (4-0) a Ucrania y los elogios y el triunfalismo se expandieron como la pólvora.
Hace cuatro años, en la Eurocopa-2004, España empezó ganando su primer partido (1-0 a Rusia) y luego fue eliminada en la primera fase tras empatar con Grecia (1-1) y perder con Portugal (1-0).
La historia de la selección española está repleta de ejemplos de euforia desmedida y Aragonés y sus hombres quieren que se mantenga la calma.
Aragonés quiere que el triunfalismo no afecte esta vez a sus hombres. "Lo único bueno es el deber cumplido. Debíamos ganar y hemos ganado y no pasa nada más. Hay satifacción porque nuestro cometido era ganar, pero debemos saber plenamente que no hemos conseguido nada", explicó el técnico.
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